jueves, 10 de abril de 2008

40 años de la muerte de luther king



Washington, abril 4 (Gara). hace cuarenta años una bala segó la vida de Martin Luther King, referente no-violento, piler y ejemplo del mivimiento humanista, defensor de los derechos civiles que un día soñó un futuro en el que las personas serían juzgadas por sus hechos y no por el color de su piel. Su actividad supuso un avance hacia el fin de la segregación racial, pero sumar la lucha por la justicia social y económica a su batalla por la justicia racial le costó la vida.


"Yo tengo un sueño, el sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son iguales. (...) Yo tengo un sueño, que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter. (...) Ésta es nuestra esperanza. Ésta es la fe con la que regresaré al sur. (...) Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres. (...) Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo espiritual negro: ¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres!".


El 28 de agosto de 1963, Martin Luther King pronunció su célebre discurso "I have a dream (Tengo un sueño)" en los escalones del monumento a Lincoln en Washington DC, al término de la Marcha por los Derechos Civiles, ante unas 250.000 personas. Sus palabras no han perdido su significado, y hoy siguen siendo ejemplo inspirador para miles de personas en todo el mundo.En 1963, cien años después de la Proclama de la Emancipación con la que Abraham Lincoln pretendía abolir la esclavitud, la vida de los negros en Estados Unidos seguía, en palabras de King, "minada por los grilletes de la discriminación, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después, todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra". Quien se convirtiera en mártir de la lucha por los derechos civiles, pero también por la libertad y la paz, se había convertido ya en un héroe carismático de la igualdad racial desde que impulsara en 1955 un boicot de 382 días a los autobuses por parte de la población negra de Montgomety (Alabama) y las grandes marchas no violentas hasta su célebre discurso de 1963.


Tenía un sueño, el de ver un mundo diferente, en el que primaran la igualdad social, económica, política, religiosa y racial, un mundo sin exclusiones, guerras ni sufrimientos. Creía en la completa libertad de las personas, pero afirmó que "la libertad nunca es dada voluntariamente por quienes nos oprimen, tiene que ser demandada por quienes están siendo oprimidos". En ese objetivo llevó a la práctica los conceptos de desobediencia civil, resistencia y protesta pacífica. Al defender la libertad, este pastor baptista desmanteló las concepciones teológicas que acotan a la inercia y el fatalismo las acciones de los pobres, oprimidos y excluidos de su país y de todo el mundo al señalar que "la libertad no se gana a través de aceptar pasivamente el sufrimiento. La libertad se gana luchando contra el sufrimiento". Su batalla por los derechos civiles y contra la discriminación racial se amplió al ámbito de la lucha contra la pobreza y contra la guerra, entonces la de Vietnam. Recalcó que las guerras "son obsoletas" y añadió que "debemos ver la guerra no sólo como una indignación moral, sino también como un enemigo de la gente pobre". Y la historia le ha dado la razón muchas veces. "Sabía que nunca podría pronunciarme contra la violencia de los oprimidos en los ghettos sin primero haber hablado claramente ante el surtidor de violencia más grande en el mundo hoy día: mi propio gobierno", declaró en Nueva York en 1967 al referirse a la guerra de Vietnam, donde morían el doble de negros que de blancos, y vincular la guerra racista del Gobierno de EEUU en el sudeste asiático con las políticas racistas del propio Gobierno en casa. Sus antiguos aliados lo condenaron, se ganó la enemistad del entonces presidente, Lyndon B. Johnson, y la prensa lo atacó con virulencia, tachándolo de antipatriota y comunista.que el ejemplo de estas saetas ke han iluminado cielos sigan haciendolo, no los dejemos caer en el olvido, no olvidemos y continuemos su lucha, su causa, de nosotros depende el cambio del mundo, construyamos un mundo mas humano...

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